Desconozco
si fue mi preocupación por el calentamiento global o mi deseo de erradicar la
pobreza lo que me empujó a sumergirme en su lectura. Su portada era solemne y misteriosa.
Nada más empezar, quedé atrapado en aquella historia, dejando de ser lector
para ser protagonista. Afloró mi corazón de guerrero en cuanto se me brindó la oportunidad
de luchar. Aquel mundo, llamado Fantasía, estaba tan enfermo como el real. La
falta de equidad provocaba injusticias y la desigualdad se extendía con rapidez
engulléndolo todo. Debía detener su avance con urgencia, pero necesitaba hacerlo
con las mejores armas. Bebí de las fuentes del derecho, fortalecí mi escudo con
el conocimiento de la Jurisprudencia y me armé hasta los dientes con la legislación.
Solo
me sentí preparado para el combate cuando logré ser abogado. Desde entonces, lucho
por la Justicia con la ley en la mano a lomos de mi dragón.
Muchas felicidades, Pilar.
ResponderEliminarEs muy bueno!!
Besicos muchos.
Muchísimas gracias, Nani.
EliminarBesos apretados.
Felicidades, Pilar, como ya te comenté, muy buen relato, lleno de buena fantasía.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu opinión siempre es muy importante para mí. Mil gracias, Ángel.
EliminarBesos muy apretados.
Está fantástico Pilar, lo ganarás!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Felisa.
EliminarBesos apretados.
Felicidades, porque lo merece. Un texto inquietante y bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias, Albada.
EliminarBesos apretados.
Muy bueno!! Buen final 😘😗
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
EliminarBesos apretados.
Fantástico... No desilusionas nunca y sorprendes siempre... 🌹
ResponderEliminarCómo me alegra saber que te ha gustado. Muchísimas gracias, Marí.
EliminarBesos apretados.
Se veía venir desde el principio, lo cual no le resta mérito, porque eso es que ha gustado
ResponderEliminarMuchas felicidades, Pilar.
Un abrazo
Muchísimas gracias, Ángel, por tus palabras. Que guste ya es todo un regalo.
EliminarBesos muy apretados, amigo.