lunes, 18 de enero de 2021

¡AL ATAQUE!

 

Sí que se ven a lo lejos humaredas guerreras, señor —confirma el explorador del regimiento a su superior—. Intentan intimidarnos. Deberíamos esperar a los refuerzos. Nos superan en número y no contamos con armas pesadas ni fuerzas de apoyo.

Informan al coronel de inmediato. Este valora que la situación pinta mal, pero sus triunfos en otras batallas dan alas a sus sueños de poder. Cree que una nueva victoria acrecentaría su fama y le sumaría méritos ante los demás. Desoyendo sus consejos, ordena el ataque.

—Tras una carga por sorpresa, se asustarán y huirán en desbandada como ratas —les dice a sus oficiales, aunque desconoce la estrategia empleada por los indios en otras batallas.

Un golpe seco en el pecho lo derriba del caballo. Después, cuando unos dedos aprietan con fuerza su cuello, se rinde y acepta su derrota ante el enemigo.

La próxima vez que jueguen a indios y vaqueros, elegirá el otro bando.



Relato Finalista en el Concurso Gaya Relatos 2020



Imagen de PETE CHACALOS en Pixabay 


12 comentarios:

  1. Jajajajaja que bueno... Yo jugaba con mis hermanos de niña a indios y vaqueros... 👍👏👏👏👏

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    1. Qué tiempos aquellos... jajaja.
      Muchísimas gracias, Marí!
      Besos apretados.

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  2. Qué bonito relato Pilar, es hermoso recordar esos momentos de nuestra infancia. ¡Saludos!

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    1. Qué regalo son para mí tus palabras, Kathie!
      Muchísimas gracias.
      Besos apretados.

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  3. jaja, pues es realmente bueno. Bien merecida la mención.

    Un abrazo

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    1. Me alegro mucho de que te guste, Albada.
      Muchísimas gracias.
      Besos apretados.

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  4. No hay enemigo pequeño. Las películas de indios, aunque casi siempre perdieran, nos lo contaban, como bien has contado tú esta historia, que recuerda las tardes de la infancia y a unos niños que jugaban en la calle con su imaginación como instrumento.
    Un abrazo, Pilar

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  5. Enhorabuena, Pilar. Que no cesen tus ataques a la imaginación para conquistar todas las historias que esperan ser liberadas y contadas con tu delicada maestría.

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  6. Preciosamente contado y un final inesperado, qué bello escribes. Seguro ganará. Cariños.

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