Temblando, se acerca hasta el lugar donde se esconde. Aunque le asusta, viene dispuesto a hacerle frente. Descarga de la mochila las armas que trae para defenderse. Le lanza los cuentos para dormir, el balón de reglamento, los coches, los peluches, los cromos de fútbol, los superhéroes y los libros de pintar, junto con los lápices de colores. Aun así, no logra detenerlo.
Cuando cree que ya no le queda nada con lo que luchar, encuentra su fantasía en el fondo de su bolsillo y se la arroja con rabia.
Pero su adulto, de un zarpazo, le roba la niñez.
(Relato finalista en el programa Wonderland RNE4 del 06/10/18)

Ufff, que final tan impresionante. Muy bueno Pilar. Me alegro mucho, estás que te sales!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Cuanto me alegro de que te haya gustado. ¡Mil gracias, Nani!
EliminarBesos muy apretados.
Pilar, MUCHÍSIMAS FELICIDADES por ser finalista en WONDERLAND. Tengo muchísimas ganas de escuchar de tu voz un relato un sábado por la tarde, eso será señal de que has sido ganadora, creo que lo mereces ya después de tanto tiempo.
ResponderEliminarTu relato es magnífico, con tus letras nos muestras como ese niño no quiere abandonar la niñez, pero crecer es imposible frenarlo. Me encanta esa imagen de ese presunto monstruo que se va tragando todo, hasta atrapar por último la niñez. El título me parece una genialidad.
Muy bueno.
Besets al collet y muchos.
¡Mil gracias por tus palabras, Javier, pero por lo visto mi destino es ser la eterna finalista! Qué le voy a hacer... no importa. Estar ahí ya es todo un premio.
EliminarBesos muy muy apretados.
Tan inevitable como ley de vida, pero siempre produce nostalgia perder la niñez, propia y ajena.
ResponderEliminarFelicidades también por aquí, Pilar
Un abrazo
Imposible de detener, es insaciable.
Eliminar¡Mil gracias, Ángel!
Besos muy apretados, amigo.