jueves, 31 de enero de 2019

ARMISTICIO


Salí a su encuentro, en un último intento de que firmásemos la paz. La libertad no se obtiene porque lo diga un papel. La verdad es que esto no servía para nada. Él era incapaz de reconocerlo, le faltaba honradez. No aceptaba la nueva situación. Permanecía agazapado en la oscuridad como si fuera invisible, pero yo sabía que estaba allí. Notaba su aliento y escuchaba su ronca respiración amenazante. Intentaba ignorarlo, pero aquello lo enfurecía todavía más. El miedo me paralizaba por completo. 

Llegamos al acuerdo de compartirlo todo al cincuenta por cien. Unos días yo sería Sara y otros Samuel.



Relato publicado la I semana de Febrero en la web solidaria 
Las palabras obligadas, regalo de Carlos Osoro Sierra,
Arzobispo de Madrid,
y por este orden son: 
Encuentro - Paz - Libertad - Verdad - Honradez.



sábado, 26 de enero de 2019

LATIR SOBRE LA PIEL...


Latir sobre la piel

poniendo el corazón

en cada letra

con mi silencio

acariciar con las palabras

encadenando versos

ser poema, ser beso.


Habitar tu alma

al calor de un suspiro

abrazándote en sueños.



Foto de rawpixel en Unsplash.

NO HAY SILENCIO...


No hay silencio 

en un corazón que late 

ni frío en una piel 

que se eriza al besarte. 


No hay miedo 

si me rodea un abrazo 

ni soledad en unas manos 

que anidan en su regazo. 


No hay añoranza 

en un alma que sueña 

ni dolor en una caricia 

que amanece eterna.





ACUNA LA CABEZA EN SUS MANOS...


Acuna la cabeza en sus manos 

como almohada, sus sueños 

que tiñen de rubor sus mejillas. 


Cierra sus ojos rasgados 

ocultando el amor que los inunda, 

los labios con fulgor de estrellas 

desde que la besó bajo la luna. 


Arden sus caricias  

en su desnudez.





SIEMPRE QUISO VOLAR...


Siempre quiso volar 

elevando sus alas al cielo 

en sus puntas y girar 

como la nívea luna. 


Siempre deseó ser etérea 

aleteando sus pies 

con sus manos de seda 

como pompas de jabón. 


Siempre soñó ser estrella 

en la oscuridad 

con sus tules al vuelo 

y brillar.





DEJÓ VOLAR SUS MARIPOSAS...


Dejó volar sus mariposas 

desnudando el amanecer 

mientras se lamía las heridas 

se escondió en sus silencios 

arrebolando su piel. 


Floreció tras su ausencia 

acurrucada en su dolor 

soñó con ser primavera 

los pétalos al alba 

arropada por el alma en flor.





SENTIR TU ABRAZO...


Sentir tu abrazo 

tu respirar en mi nuca 

el calor de tu cuerpo 

tu aroma en mi piel 

el palpitar del pecho. 


Besar tus labios 

el aire de tu pelo 

tus ojos cerrados 

el rincón de tu cuello 

el dorso de tus manos. 


Rozar tus sueños 

con la yema de mis versos.





viernes, 25 de enero de 2019

PODEROSO AMOR



El búho abrió los ojos con curiosidad al escuchar un leve aleteo. Miró a su alrededor, pero la niebla que envolvía el bosque era demasiado densa. No se veía nada. Pensó que habría sido el susurro del viento que se mecía entre las hojas. Volvió a su duermevela, reajustó sus plumas y se aferró a la rama. 

Notó que el frío era menos intenso cuando la niebla se fue disipando con los primeros rayos de sol. Al despertar, la descubrió atusándose su plumaje de una blancura nívea como la luna. Unieron sus soledades desde que cruzaron sus primeras miradas que desprendían tanta ternura. Anidaron bajo sus alas al calor del amor que en sus pechos ardía. 

Llegaron las primeras nevadas y ella no pudo soportar las gélidas madrugadas que arreciaban sobre ellos sin piedad. Cayó inerte sobre la nieve, aunque él con su cuerpo le daba abrigo. Nunca se había sentido tan abatido ni su corazón tan roto de dolor. 

Desconocía que se rompía un hechizo bajo sus alas. Ante su asombro, desapareció su blanco plumaje y ella se transformó en una bella princesa. 

Al respirar su cálido aliento el príncipe recuperó su aspecto. 

Juntos tuvieron una vida de ensueño. Se amaron hasta el final de sus días. 



Foto: Katerina Plotnikova.

jueves, 24 de enero de 2019

DIVA



No puede conciliar el sueño. Los pensamientos vienen y van arrastrados por la marea que la agita por dentro. Se imagina cómo podrá decírselo a papá. Sabe que no será fácil hacerle cambiar de opinión, pero lo intentará. Solo desea que no se oponga, que la comprenda y la apoye en su decisión.

Cree que lo mejor será acercarse a él con actitud mimosa. Cuando lo haya desarmado con abrazos y besos, le contará por qué no desea proseguir sus estudios de Derecho. 

Dejando a un lado su orgullo, él se emocionará al verla tan feliz cantando su primera ópera. 



Relato publicado la IV semana de Enero en la web solidaria 
Las palabras obligadas, regalo del equipo de @LibertadFm107
y por este orden son: 
Sueño - Marea - Mimosa - Orgullo - Ópera.



miércoles, 23 de enero de 2019

AMOR DE VERANO



Destellaba el sol sobre su piel, perlada de gotas de mar, mientras se secaba tumbada en su toalla multicolor tras refrescarse entre las olas. 

De pronto, abrió los ojos. Notó que algo impedía su bronceado. Una silueta, a contra luz, cubrió su cuerpo de sombra para llamar su atención. Molesta, se incorporó para protestar por ello. Intentó evitar el deslumbramiento colocando la mano a la altura de los ojos y elevó su mirada hacia él. 

En sus quince años de vida, jamás había conocido a alguien tan guapo. La miraba seductor con sus ojos esmeralda mientras sus níveos dientes la hipnotizaban desde su sonrisa. Desconcertada, miró a un lado y a otro, pensando que esa mirada no era para ella, pero se equivocaba. A su alrededor, todas las toallas se encontraban vacías. 

Él se sentó a su lado y le preguntó: 

—¿Nos hemos visto antes? Creo que te conozco. ¿Cómo te llamas? 

—María, pero creo que te equivocas. No nos hemos visto nunca. 

—Ahora ya nos conocemos. Mi nombre es Daniel y tengo 17 años. ¿Y tú? 

—Tengo 15 años, recién cumplidos —le dijo mientras se cubrían de rubor sus mejillas. 

Desde aquel momento, fueron inseparables durante todo el verano. Era tan hermoso que parecía un sueño. Se enamoraron desde el primer minuto. Para María, él era su primer amor. Para Daniel, ella era la primera a la que amaba así. 

Disfrutaron de hermosos paseos por la playa cogidos de la mano, para luego, abrazados muy juntos, ver arder el cielo en sus ojos cada atardecer. 

Pero llegó el momento que más temían. El final del verano les obligaba a separarse. Cada uno volvería a su ciudad de origen y la distancia sería insalvable para los dos. 

Decidieron prolongar su despedida hasta bien entrada la noche. Pidieron deseos a las estrellas fugaces y se comieron a besos bajo la luz de la luna. 

Se devoraban con la mirada. Entonces, Daniel se atrevió a pasar a las caricias. Su excitación fue in crescendo y ya no quiso parar. Dejó de escuchar el “no”, con el que ella lo rechazaba, desde que le tapó la boca con su mano. Sujetó su frágil cuerpo debajo del suyo. Cuando se sació de ella, avergonzado por su conducta, la abandonó desnuda sobre la arena y huyó como un cobarde sin mirar atrás. Supo que había hecho algo terrible y que María nunca se lo perdonaría. Jamás la volvería a ver. 

Por si Daniel vuelve, ella regresa cada noche de verano a aquella playa. Lo espera sentada sobre la arena ocultando su dolor y sus sueños convertidos en cenizas en su alma rota. 

Habría podido calmar su sed de venganza si aquel día no hubiese perdido la vida.



(Relato seleccionado en el I Concurso de Relato Corto «Sueños de Verano» convocado y publicado por la Editorial Libros y Literatura)













martes, 22 de enero de 2019

REGRESIÓN


Había cambiado la forma de vestir, su acento al hablar, lucía un peinado anticuado y volvía a usar sombrero de ala ancha. Aquello me alarmó, aunque pensé que sería algo pasajero. Pero cuando empezó a llamarme Víctor, mi preocupación fue en aumento. 

De nada me sirvió decirle que se confundía, que su nombre no era Ilsa, que, a veces, la memoria podía jugarnos malas pasadas. En cuanto escuchó en la radio las primeras notas de «As time goes by», ya no pude retenerla más a mi lado. Todos mis esfuerzos fueron inútiles. 

Desde que me eligió a mí en lugar de a Rick, ambos sabíamos que volvería.



Relato escrito para la web EstaNocheTeCuento - ENTC 
Convocatoria ENTCerrado 1... de maneras y regresos.


Photo by Osman Rana on Unsplash

lunes, 21 de enero de 2019

TRAS LAS HUELLAS...


No será nada fácil de descubrir, pero ella ha tomado una decisión: no se levantará del diván hasta encontrarla. Aunque despertó del coma meses después de su accidente, su mente permanece dormida incapaz de recordar lo sucedido. 

Bajo hipnosis, bucea por sus recuerdos en busca de respuestas, hasta dar con la clave que le dé acceso a lo que se esconde tras esa puerta de silencio. A ciegas, sigue las instrucciones y se deja guiar por él. Además de ser su psiquiatra, también es su marido. 

Desconoce que, mientras que ella cree luchar contra el olvido, él intenta eliminar de su memoria aquel momento, en el que reconoció su rostro mientras la empujaba. 



(Publicado en la web Microcuento.es)


Foto de Benjamin Combs en Unsplash

sábado, 19 de enero de 2019

ELEVA EL VIENTO SILENCIOS...


Eleva el viento silencios

sentimientos en verso

caricias violeta

el amor que se escapa

entre los dedos.


Revolotean poemas

palabras, sueños

besos carmín

lo que esconde el alma

y palpita en el pecho.



Foto de Nine Köpfer en Unsplash.


YA NO LE CABÍA MÁS SILENCIO...



«Ya no le cabía más silencio en su inmensa soledad».



(Publicado en @microcuentoES el 17/01/19)



RESPIRO EN TU SILENCIO...


Respiro en tu silencio 

mecida por tus mareas 

etérea, tranquila 

entre destellos de luz 

que el alba desnuda. 


Ahogo mis miedos 

envuelta en la calidez 

de tu aliento 

entre los versos de espuma 

que poeman tus besos. 


Amanezco en tu piel 

vestida de sueños.





COLOREAS DE TURQUESA...


Coloreas de turquesa 

mi vida desnuda 

cuando besas mi oscuridad. 


Iluminas con estrellas 

mi noche en silencio 

cuando acaricias mi piel. 


Curas con caricias 

mis heridas en la penumbra 

cuando amas mi desnudez. 


Abrigas mi alma

cuando llenas mi soledad.





HAIKU 49 SOBRE LOS ÁRBOLES...





LUCHA MI ALMA...


Lucha mi alma 

buscando el equilibrio 

entre razón y corazón 

saber cómo amarte. 


Duele tu indiferencia 

por mi indecisión 

entre tu piel y la mía 

tras abrazarte. 


Ciegan tus palabras 

arden junto a mis labios 

con el fuego de tu aliento 

muero por besarte.





SUENA TU PIEL...


Suena tu piel 

a canción de amor 

escrita a besos, 

a susurros 

dichos en verso. 


Huele tu pelo 

a noches de verano 

con aroma de jazmín, 

a flores de lavanda 

en el jardín. 


Saben tus labios 

a suave néctar 

caído del cielo, 

a miel y canela 

endulzando sueños.





SENRYU 90 LATEN LOS BESOS...




ME DIBUJAS EN LA NOCHE...


Me dibujas en la noche 

con trazos de madrugada 

blanco sobre negro 

de líneas y curvas 

hecha de besos 

de luna, de silencio. 


Perfilas mi silueta 

de luz en la oscuridad 

con los ojos cerrados 

el alma guía tus manos

de pinceladas que aman 

a corazón abierto.




viernes, 18 de enero de 2019

APRENDIZ



Publicación de mi relato APRENDIZ
en el nº 45 de la Revista Valencia Escribe, correspondiente al mes de Enero de 2019. 









jueves, 17 de enero de 2019

SOSPECHA



Desde que Lucía llegó a casa presintió que algo no iba bien. 

—¡Mamá, ya estoy aquí! —gritó, como siempre hacía al llegar, pero no obtuvo respuesta. 

Le resultó muy extraño. Era la hora de la cena y su madre debía de estar allí. 

Mientras dejaba la mochila sobre el mueble de la entrada, escuchó unos ruidos que no supo identificar. Comprobó si procedían de la cocina, pero la encontró vacía. 

De pronto, oyó algo extraño seguido de un grito ahogado. Sobresaltada por la impresión, dio un respingo que le erizó el vello de la nuca. Creyó reconocer la voz de su madre. No entendía qué estaba pasando. ¡Parecía que procedía del piso superior! 

Miró al techo esperando encontrar una explicación. De nuevo, el silencio. 

Dando tres zancadas se plantó al pie de la escalera y, sin dejar de mirar hacia arriba, decidió subir para averiguar su origen y por qué. 

El corazón golpeaba tan fuerte su pecho que el sonido de sus latidos resultaba ensordecedor. Debía tranquilizarse, de lo contrario la cabeza le iba a estallar. Comenzó el ascenso con mucho sigilo, escalón a escalón, parando a cada paso para prestar atención. Percibió leves murmullos y un llanto desgarrador. Un escalofrío recorrió su espalda. 

Temblando, alcanzó el final de la escalera. Pensó que la moqueta amortiguaría sus pasos, pero, aun así, andaría con sumo cuidado. Podría haber utilizado el móvil para iluminarse, pero eso alertaría al posible intruso. Así que no tuvo más remedio que avanzar a tientas y procurar no hacer ruido. No tenía nada con qué defenderse si resultaba necesario. Buscaría algo contundente, por si acaso. 

Con cautela entró en la habitación de su hermano. Esperó a que sus ojos se acostumbrasen a la oscuridad. Todo estaba en su sitio. Se agachó para, a gatas, llegar hasta la cama y mirar si había alguien debajo. Nada. Se incorporó para acercarse al armario. Lo abrió de la forma más silenciosa que pudo. Permanecía como siempre. No detectó nada raro en su interior. 

Entonces, escuchó unos pasos que se acercaban. Aunque todas las habitaciones permanecían en penumbra, se dirigían hacia la que ella se encontraba. Con rapidez dio un salto y se escondió en el armario, acurrucada tras las prendas que colgaban. Temía que en cualquier momento se abriesen las puertas y ser descubierta. Recorrió con sus manos el fondo del armario y sus dedos tropezaron con algo frío y duro. Resultó ser la muleta que utilizaba su hermano cuando se produjo un esguince en el tobillo. La asió fuerte con ambas manos y abrió bien los ojos preparada para el fatal desenlace. 

Sentía cómo se acercaba. Desde el interior, le llegaba el sonido sibilante de su respiración. Ella, mientras tanto, procuraba estar muy callada conteniendo el aliento. Se mantuvo agazapada entre las sombras, escudriñando el más mínimo movimiento hasta que, poco a poco, se fueron alejando los pasos y pudo respirar de nuevo, a pesar de tener el cuerpo empapado por completo de sudor. 

Dejó transcurrir un tiempo prudencial y luego, se atrevió a salir. Se descalzó dejando los zapatos dentro del armario para no ser descubierta. Sus pies desnudos le servirían para avanzar en silencio y reconocer mejor por dónde pisaba a través del tacto. 

Se encaminó hacia el baño armada con la muleta. Revisaría su interior y podría encontrar algo más adecuado para defenderse. Al momento, notó que pisaba algo húmedo. Lo tocó con los dedos y luego se los acercó a su nariz. Casi se le escapó un grito cuando reconoció su olor. ¡Sangre fresca! Entró en pánico y quiso salir huyendo de allí, pero por un momento, recobró la lucidez y recordó que le había parecido escuchar la voz de su madre. ¡No podía marcharse y dejarla allí! 

Respiró hondo y optó por seguir adelante. Se coló en el baño buscando las tijeras que su madre guardaba en un cajón del mueble. Se aseguró de que allí tampoco hubiera nadie. Cuando las encontró, empuñándolas con fuerza por delante de su cuerpo, siguió hasta su habitación, que se encontraba situada junto a la de sus padres. Echó un vistazo por todo su interior, sin detectar nada extraño. Puso mayor atención e intentó escuchar desde el más absoluto silencio. De nuevo alguien sollozaba y suplicaba susurrando, casi sin fuerzas. No le cabía ninguna duda de que era su madre. Debía ayudarla como fuera, pero desconocía qué ocurría y quién más estaba allí dentro. La puerta de su habitación era la única que se encontraba cerrada. 

No había tiempo para ir en busca de ayuda, su madre la necesitaba ahora. Alguien estaba haciéndole daño. Si corría peligro, el tiempo podía ser crucial. 

Se armó de coraje. Con las tijeras en una mano y el pomo en la otra, reunió todas sus fuerzas y, aunque temblaba como una hoja, se sintió preparada para abrir. Debía descubrir lo que estaba sucediendo tras aquella puerta… 


(Relato publicado en el nº 35 de la Revista Digital El Narratorio  de Enero/2019)









martes, 15 de enero de 2019

SIMBIOSIS



Se quebró su fortaleza el día que comenzó su actividad de voluntariado y rompió a llorar. Verse rodeado de personas tan necesitadas y que, a pesar de su situación extrema, ponían todo su empeño en vivir, le rompió sus esquemas. Su primera intención fue dedicar parte de su tiempo de ocio en ayudar a los demás, pero pronto se sintió atrapado por la admiración que le producían todos ellos y sus historias llenas de coraje. 

Al ver cómo lo recibían, con los ojos brillantes de emoción y una enorme sonrisa de felicidad, supo que el que más necesitaba de ellos era él.


Relato publicado la III semana de Enero en la web solidaria 
Las palabras obligadas, regalo de Mónica Rodríguez de @OndaCeroSierra
y por este orden son: 
Fortaleza - Voluntariado - Empeño - Vivir - Intención.


Foto de Bryan Minear en Unsplash

lunes, 14 de enero de 2019

SEXTO SENTIDO


Impone verla recorrer, arriba y abajo, los pasillos de la caballeriza. Camina con la cabeza erguida, los ojos cerrados y el rostro impenetrable. Viste un abrigo largo cuya capucha le cubre la cabeza y le confiere un aspecto inquietante. 

A veces, se detiene y presta mucha atención. Ni los mozos más valientes se atreven a perturbar su concentración. Temen que los traspase con la mirada. Nunca se da por vencida, por eso la contrató mamá. Percibe que allí es donde ocurrió todo y sabe que jamás falla. 

Oigo retumbar sus pasos cada vez más cerca. Sé que pronto descubrirá dónde ocultaron mi cuerpo.



Foto: Michal Chelbin

sábado, 12 de enero de 2019

SIENTO TU CÁLIDA CARICIA...


Siento tu cálida caricia

cuando amaneces

en cada latido

en mi silencio

en cada palabra

que escribo.


Me abrazas el alma

sin dejarme caer

en cada nostalgia

en mis miedos

en cada verso

amo contigo.



Foto de Jurica Koletić en Unsplash.

VESTIDA DE CARICIAS QUE ABRIGAN LA PIEL...


Vestida de caricias que abrigan la piel 

de miradas que nacen en el corazón 

esperarte con las primeras luces del alba 

en un eterno suspirar. 


Mis labios susurran tu nombre 

como un mantra infinito 

mientras mis brazos desnudos 

anhelan tu regreso, amor.