jueves, 4 de abril de 2019

INSACIABLE



Mientras con su presencia alteraban nuestro paisaje, el barrio se iba empobreciendo. Sus luces de neón fueron el señuelo. Unos se acercaron por probar fortuna, otros para paliar las carencias económicas que sufrían por la falta de trabajo. 

Para mí, todo empezó como un juego. No me di cuenta de que me encaminaba al borde del abismo. 

En lugar de aquella adrenalina primera que cosquilleaba excitante en mi estómago, me habita un poderoso dragón verde, que ruge cuando se despierta, que me devora por dentro si no lo alimento. 

Observo el reloj con impaciencia. Las manecillas se niegan a avanzar, aunque las empuje con la mirada. Imposible concentrarme. Me sudan las manos. El corazón galopa enloquecido. Compruebo que sigue ahí el contenido de mis bolsillos. 

Un timbrazo anuncia la hora. Salgo a la calle disparado como una flecha. Presiento que, con un trébol de cuatro hojas en la cartera, hoy cambiará mi suerte. Tras arriesgarlo todo entre la ruleta electrónica y las máquinas tragaperras, mi saldo se tiñe de rojo. Demasiado tiempo sin anotar nada en mi libreta verde, la de las ganancias. 

Regreso con las manos vacías de éxito, pero cargadas de desesperación. Ha terminado el recreo.



(Relato escrito para la web estanochetecuento.com ENTC
en Abril 2019)
Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el color VERDE.





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