Al
llegar al anochecer, lo que no te imaginas es encontrar la casa así. Nada más entrar,
tropiezas con unos calcetines apestosos asomando de los zapatos sucios de barro
que han dejado tirados en el suelo. Unos metros más allá, descubres un gorro, unos
guantes, un chaquetón y prendas de ropa desperdigadas por el pasillo. Entonces,
te armas de valor para plantarle cara. Pero por más que lo buscas, no das con él.
Ignoras
que, mientras mantenga su desnudez, el intruso será invisible.
Relato escrito para el Reto 5 líneas del mes de noviembre de 2020 del blog de Adella Brac
Las palabras son: Gorro / Armas / Allá.
Imagen de Aravind kumar en Pixabay
Pero qué bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias, Albada. Qué bueno que te guste.
EliminarBesos apretados.
Los hombres invisibles también dejan huella, Pese a ello, no son fáciles de localizar.
ResponderEliminarMuy imaginativo, Pilar.
Un abrazo
Son muy escurridizos y no se dejan atrapar.
EliminarMuchas gracias, Ángel.
Besos muy apretados.