miércoles, 21 de julio de 2021

PLEAMAR

 

Estoy viviendo un verano de ensueño. Si cierro los ojos, mi inmensidad huele a profundidades, a salitre y a nostalgia. La brisa marina espuma las olas blancas que mecen mi cuerpo con su vaivén. Una fina capa de arena y sal anida entre mis dedos mientras mi niñez construye castillos en el aire. Durante la calma chicha, mi adolescencia espera flotando sobre su tabla hasta que suspira de nuevo el viento y le da alas para alzar el vuelo. Tras recobrar el aliento, mi madurez sumerge su aleta de sirena en el horizonte infinito para recuperar su voz de mar. 

Cuando se adormece el atardecer, guardo la caracola y la imaginación bajo la almohada. Sé que esto no es el mar, pero se le parece.

 


Relato con el que participo en el Concurso #elveranodemivida de zendalibros.com








4 comentarios:

  1. Muy bonito, muy marineo, aunque no se esté en una playa, se imagina.

    Un abrazo, y bonita tarde

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    1. Cómo me alegro que te guste, Albada.
      Mil gracias por tus palabras.
      Besos apretados.

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  2. Qué poético, Pilar. Me ha encantado!! Suerte, bonita.
    Besicos muchos.

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