domingo, 21 de octubre de 2018

WATERWORLD


Vivir en un palafito rodeado de agua tiene sus inconvenientes, pero cuando te acostumbras, tampoco está tan mal. 

Si hace mucho calor, te das un baño con tan solo saltar desde la puerta de casa y no necesitas ir al mar. Además, puedes jugar al waterpolo con los amigos sin perder la pelota, porque siempre flota. Aquí jamás te falta pescado fresco en la mesa, si tienes paciencia y sabes pescar. 

Desde muy pequeño aprendes a nadar y a guardar la ropa, que es algo muy útil. Aún siguen buscando en el lago la pistola con la que defendí a mamá.


Imagen: Elisabeth Opalenik

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