viernes, 9 de diciembre de 2016

EL DÍA DE LA BESTIA

    Así que sonrío, cojo el cáliz y golpeo con saña su rostro pecador.

   Lo tenía bien merecido. Siempre dando sermones, mientras amparándose en la oscuridad, mancillaba mi inocencia sin importarle mi alma, deseando yacer con mi pequeño cuerpo.

   Tras años aterrorizado, traumatizado y sintiéndome tatuado por esas manos, me hubiese bastado que me pidiese perdón…

   Desaprovechó su oportunidad negándolo todo, provocando que saliese toda esa rabia y ese dolor contenido durante años. Ahora puedo respirar tranquilo…

    Ya no volverá a hacer daño, he vencido a la bestia…

(relato presentado en Octubre-2016 en http://laslecturasdelgato.blogspot.com.es/ )




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