viernes, 23 de junio de 2017

LA BRUMA


Coge su mano con ternura. No quiere separarse de ella ni un segundo. A través de sus dedos percibe sus débiles latidos. Sabe que se les escapa el tiempo, gota a gota, desaparecerán los recuerdos vividos.

Le susurra al oído los sentimientos que, por falta de tiempo o de ganas, nunca le dijo. Ella lo escucha en silencio. En su mirada brilla una sonrisa y se ruboriza al recordar su amor perdido. Ahora, nada importan aquellos momentos que desaprovecharon y no estuvieron unidos. Una vez se pierden resulta imposible recuperarlos del olvido.

Cuando en sus ojos aparece la bruma, con ella se detiene el tiempo y sus latidos.


Ilustración: Cyril Rolando.

2 comentarios:

  1. Quizás así es la otra "bruma"...
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Así me lo imagino...
      Muchas gracias, Rafael, por tu comentario.
      Besos apretados.

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