En mi soledad,
permanezco desnuda de miradas
que ensucian la piel,
sin tener que demostrarle nada a nadie
para que me ame,
donde ser valiente ya no duele
porque mis miedos han desaparecido,
donde la oscuridad se torna luz
al abrir mis adentros, de par en par,
y dejar que mi esencia respire en silencio.
En mi soledad,
no he de temer al olvido,
porque conozco muy bien quién soy.
Sé que la razón de mi existencia
no es alcanzar lo más alto con el alma herida.
Que cuando amas de corazón, lo que anhelas
es poder llegar muy lejos enhebrando sonrisas,
con la mirada latiendo, rebosando sueños
mientras luchas contra los avatares del tiempo
sin olvidar lo bella que es la vida.
Poema presentado al III Premio de Poesía "Realismo Bastardo" de Poémame.
Hermosa composición.
ResponderEliminarSuerte, Pilar
Un abrazo
Mil gracias, Ángel.
EliminarBesos muy apretados, amigo.
Es muy hermoso. Felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos.
¡Cuanto me alegro de que te haya gustado, Nani!
EliminarBesos muy apretados, preciosa.
Bello filosófico versar, enhorabuena!
ResponderEliminarSaludos, MM
Muchísimas gracias, María Mercedes!
EliminarBesos apretados.