Cuando te aman a medias todo se precipita. Nos conocimos aquella tarde de un día sin puesta de sol. Se ruborizaron mis mejillas cuando me miraste, pero no supiste atardecer en mis ojos. Tembló mi cuerpo de emoción al entrelazar nuestras manos por primera vez. Sin embargo, pensaste que sentía frío al ver cómo se erizaba mi piel.
Desde entonces, aquel rompeolas fue nuestro. Entre besos y caricias, esperé que me susurraras cuánto me querías, aunque siempre me devolviste silencio.
Te di tanto que acabé por sentirme vacía. Cuando escribiste junto a la orilla: TE QUIERO BASTANTE, para mí, ya no era suficiente.
Durante la pleamar, acaricio tus palabras cuando el oleaje mece mi cuerpo.
Preciosa apuesta Pilar!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
¡Mil gracias, Nani, por acompañarme siempre con tus bellos comentarios.
EliminarBesos muy apretados.
Muy tierno, desgarrador y bien contado, Pilar. La propuesta no era fácil. Felicidades.
ResponderEliminarManoli, cuanto me alegro de que te haya gustado. La palabra "bastante" unida a "te quiero" nunca me ha gustado...
Eliminar¡Mil gracias por tu visita y tu bello comentario!
Besos muy apretados.
Sensible, amoroso, precioso...
ResponderEliminarBesazísimos.
¡Ay, mi hermosa Towanda, qué cosas más bonitas me dices...!
Eliminar¡Mil gracias, por pasarte por mi rincón de letras y dejarme tu bello comentario!
Besos muy apretados, preciosa.