Hasta
ahora, de nada me han servido los besos y abrazos, ni las palabras amables, ni
hacerla partícipe de juegos y risas, ni siquiera invitarla a merendar. Se ha
pasado la tarde jugando conmigo como si nada hasta que ha visto a mis muñecas sentadas
a la mesa y la ha emprendido a golpes y mordiscos con ellas. Todas han sido aniquiladas.
Tan
pronto parece estar tan tranquila como que, de repente, enloquece. En su mirada
se refleja un profundo rechazo irracional, la ira la posee y se
transforma en la niña de «El exorcista». Las cosas con las que antes disfrutaba
ahora le provocan una aversión incontrolable. Después, cuando por fin se calma,
llora porque no lo entiende. Por eso se niega a salir de su habitación. Nunca
responde al teléfono. Odia al resto del mundo. Ella tampoco se
reconoce.
Verla
así me da tanto miedo que se lo he comentado a mamá, pero dice que no me
preocupe. Que todo acabará cuando ella abandone su crisálida porque su adulta haya
devorado su niñez.
Relato escrito para estanochetecuento.com ENTC Concurso 2025.
Un relato con menos de 200 palabras inspirado en FOBIAS.