martes, 29 de noviembre de 2022

POSTALES

 

Microcuento escrito para el reto #Juevesconcuento, utilizando la palabra POSTALES, incluido en la selección de Escuela Cursiva.


"El mundo embellecía
reflejado en sus ojos,
como postales de mar
con destellos de sol."







jueves, 24 de noviembre de 2022

LAS ALAS DE AMELIA

 

A Amelia se le quedó pequeño su mundo. Se sentía perdida, vacía e insatisfecha. Aunque no se consideraba una persona sobresaliente, le sobraba audacia y tenacidad.

Cuando vio por primera vez el mundo desde el cielo, supo que había nacido para volar. La idea de ser piloto de aviones creció en su mente y no paró hasta conseguirlo. Su espíritu valiente y aventurero no se conformó con alcanzar su sueño. Ser la mujer piloto más famosa de todos los tiempos no era suficiente. Quiso ser la primera en superar cada reto. Fue pionera en atravesar en solitario el Atlántico. Después, le crecieron los sueños y ya no pudo dejar de volar. Mientras preparaba su vuelo con el Lockheed Electra, temblaba ante la envergadura de la hazaña, pero no temió lanzarse en picado hacia lo desconocido. Planeó circunvolar el globo siguiendo la línea del ecuador, junto a Frederick, su copiloto y navegante. Jamás imaginó que pudiera fracasar su sueño. Cuando Amelia desplegó sus alas sobre el Pacífico, desapareció en medio de la nada. La falta de noticias sobre su paradero conmocionó al mundo. Su familia siguió buscando la estela de misterio y eternidad que dejó tras ella. Aquella tragedia enmudeció su avión, pero la historia reconoció su valor y la excepcionalidad de su proeza.

Dicen que su leyenda naufragó en una isla solitaria rodeada de silencio. Aunque se quebraron sus alas en aquel cielo de agua y arena, nunca dejó de soñar entre nubes de espuma y pájaros de viento.



Microrrelato premiado con un Accésit por el Jurado del II Certamen Internacional de Microrrelatos "Ángeles Álvarez Arazola" - Con M de Mujer.



Fotografía de Photograph Vía Bettmann Archive/Getty Images.













martes, 22 de noviembre de 2022

ABOLLÁ

 

Con el manto a cuestas de la vejez, año tras año, regreso al olivo de mis inviernos. Necesito recordar su fortaleza inflexible y cómo pudo retorcer en un abrazo sus dos troncos para ser uno solo y dejó las partes más antiguas de sus pies huérfanas de savia para que se endurecieran. A esos lugares, nido de plagas, que parecen inquebrantables, que con los años se espuelan y se quitan con mucho esfuerzo, en Jaén los llamamos «miseria». Y no había nadie más mísero que yo. No tenía nada ni a nadie. Allí encontré cobijo y se forjó mi naturaleza de hombre fuerte. Su presencia siempre fue imponente. Pero donde todos veían solo un abollá, para mí era mi hogar. Sus acogedoras ramas arroparon mi orfandad mientras su tronco abrigaba mi cuerpo desnudo. Me acurruqué en su seno cálido y su savia calmó mi hambre. Con él aprendí los ciclos de vida de la oliva y me transmitió toda su sabiduría centenaria sobre el aceite. Fue la familia que no tuve. La desaparición de mis padres en aquel terrible incendio sigue siendo un misterio. Dicen los jornaleros que eran inseparables y que ambos murieron abrasados en el olivar. Jamás los pudieron encontrar. El viento debió de esparcir sus cenizas entre el oleaje de los olivos.

Por eso, a pesar de mi edad, aún me estremezco cuando acaricio su ajado tronco. Siento que se cimbrea en mis manos, aunque no sea tiempo de cosecha, y cómo se deslizan lágrimas de rocío y aceite de oliva por su piel de madera mientras, desde su interior, dos latidos trémulos de emoción golpean al unísono mi pecho.


Relato presentado al V Premio Internacional de Relato Corto sobre Olivar, Aceite de Oliva y Oleoturismo.







lunes, 14 de noviembre de 2022

LOS PARAGUAS


Relato ganador semanal en el Concurso de Microrrelatos de la Cuenta 140 de la Revista El Cultural, cuyo tema es "Los paraguas".


"Su matrimonio se rompió cuando olvidó el paraguas y tuvo que regresar a casa."

Comentario del escritor Juan Aparicio Belmonte, conductor de la cuenta:


Un olvido sin aparente relevancia para el protagonista, sin ninguna repercusión vital previsible —más allá del mojarse bajo la lluvia—, termina desvelando un adulterio de consecuencias dramáticas. El relato señala una verdad paradójica: que las grandes coyunturas están hechas de puras casualidades, que detrás de cada episodio llamado a ser irrelevante se puede esconder un hito vital, biográfico decisivo. El adulterio es el centro del relato, pero solo aparece como deducción lógica que media entre el olvido inicial y su repercusión última. La autora ha sabido aprovechar el sentido común del lector para ahorrarse palabras y en este ahorro, precisamente, radica la clave feliz del texto. Entre mostrar y definir los acontecimientos —entre escribir “Luis se enfadó” o “Luis frunció el ceño”— suele decirse que es preferible mostrar y permitir que el lector complete el dibujo narrativo con su perspicacia, que defina él la situación. Así lo ha hecho Pilar Alejos, ha construido su microrrelato para que el lector participe en él y lo complete, utilizando a tal fin un utensilio tan habitual en nuestro devenir cotidiano como el paraguas, utensilio sin importancia que finalmente propicia ese nexo inquietante entre lo azaroso y lo sustancial.   


Relatos que también han llegado hasta el podio semanal en el Concurso de Microrrelatos de la Cuenta 140 de la Revista El Cultural, cuyo tema es "Los paraguas".


"Por culpa de un golpe de viento, el funambulista del paraguas tuvo una carrera fugaz."

"Cuando el asesino iba a deshacerse del arma homicida, cambio de opinión. La necesitaba. Llovía a mares."



Foto de Engin Akyurt en Pexels



OBSOLESCENCIA PERSONAL

 

Desde que mi mujer me abandonó y opté por la inteligencia artificial de Rumba, un robot de limpieza, mi vida es un auténtico infierno. Se ha adueñado de la casa y, poco a poco, ha ocupado su lugar. Al principio, llevaba a cabo sus tareas de una manera eficaz y silenciosa. Mantenía el piso ordenado e impoluto mientras yo estaba trabajando, pero ahora, ha sufrido una gran transformación. Ha modificado tanto su comportamiento que me está volviendo loco.

Espera impaciente mi regreso junto a la puerta y gira sobre sí misma con las luces encendidas, demostrando lo mucho que se alegra de verme. Me acompaña allá donde voy para que no me sienta solo. Al pasar, roza mis pies con cariño y emite un leve ronroneo. Le encanta que veamos juntos la televisión y que le cuente cómo me ha ido el día. Aunque lo que más me agobia es saber que cada noche vigila mi sueño. Cuando intento desconectarla, me mira con tanta ternura que soy incapaz de hacerlo.

He de encontrar la manera de decirle que nuestra relación ha terminado sin ofenderla. Para recuperar el control necesito sustituirla por la autosuficiente Kunga, que, además de aspirar, friega.



Relato seleccionado por el jurado de estanochetecuento.com - ENTC Concurso 2022. ENTC de 2 en 2.

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANTEPASADOS O ROBOTS.







jueves, 10 de noviembre de 2022

VIAJE A ÍTACA

 

Mi impaciencia

se acomoda en el silencio del alba,

restos de noche

se desvanecen heridos de luz.

Siento que llora la estación

mi ausencia. De agua las paredes,

de barro los cimientos,

ecos de sombras la cobijan

y su soledad queda desnuda de mí.

            E        l           p      a        i         s        a        j         e

                                huye en dirección opuesta,

los campos se ahogan de sol

sin su piel de escarcha,

y las casas abren sus ojos

como luciérnagas aleteando

su adiós en morse.

                                        Serpentea el tren

                                        con sus cabellos de viento

                                        trenzando manojos de railes

                                        con horizontes infinitos.

                                        Se adormece en mi regazo

                                        la incertidumbre del adónde

                                        con el vaivén del porqué del viaje.

Atrás, la mordaza,

el palpitar del reloj,

la desnudez del ayer,

el fuego de hielo.

                                        Delante, la emoción,

                                        el dragón valiente que,

                                        con sus alas, tiñe

                                        el olvido de azul.




Poema escrito para la exposición: EL VIAJE, EL TREN, organizada conjuntamente por el Taller de Poesía de la Universidad Politécnica de Valencia "POLIMNIA222", por la Academia "GAIA" y el Conservatorio Profesional de Valencia "JOSÉ ITURBI", donde se han unido poesía, pintura y música.

A partir de los poemas escritos por los alumnos del Taller de poesía Polimnia222, los de la Academia Gaia se han inspirado para pintar sus cuadros y los del Conservatorio José Iturbi les han puesto música.

Esta preciosa exposición ha sido el resultado de una maravillosa colaboración artística.






Cuadro pintado por Nuria Pérez para mi poema.