Con el amor me basta.
Al calor de la nostalgia,
la noche no duele
ni tiembla la madrugada.
La luna hiere el silencio
y el cielo es de agua.
Las sábanas de mar
se inundan de sol
de cálidos versos,
de caricias a la deriva,
de suspiros desnudos
al alba.
Esa sensación de saberse a salvo, de estar en puerto, de sentirse en casa.
ResponderEliminarUn abrazo
De que nada te falta...
EliminarMuchísimas gracias, Albada!
Besos apretados.