Desde que David escapó de "El pueblo de los malditos" intenta pasar desapercibido, pero su aspecto albino siempre lo delata. Entonces, los problemas le llueven sin buscarlos y debe huir para sobrevivir.
A pesar de toda una vida errante, nunca ha olvidado a la niña que le asignaron como compañera al nacer, pero que murió en el parto. Se siente muy solo e incompleto y, aunque han pasado muchos años, no se rinde. Sigue buscando a alguien como ella que lo complemente.
Por los poderes excepcionales que posee y los del espejo que lleva en sus manos, sabrá si su búsqueda ha terminado.
Fotografía: Juliane Liebert
Gran corto Pilar.Un micro inquietante donde "la diferencia" es una lacra.
ResponderEliminarTara, me alegro que te guste.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos apretados.