miércoles, 23 de mayo de 2018

ETERNO DESEO


Al apagar la vela, pide el mismo deseo todas las noches desde que su casa quedó tan fría y vacía como sus bolsillos. Ahora, solo conversa con la soledad y el hambre que le grita desde su estómago. Sueña que al despertar todo habrá sido una pesadilla, ella amanecerá a su lado, se escuchará la risa de sus hijos y la vida se vestirá de esperanza tras la puerta. Al abrir sus ojos, una vez más, se ahoga de realidad entre bocanadas de ausencia.

Se siente abatido, ya no le queda nada. Esta vez, decide que la dejará encendida, junto a la ventana abierta. Cuando la brisa haga revolotear sobre la llama las cortinas, él será libre. 

Entre volutas de humo jugará a la ruleta rusa con la oscuridad…


(Publicado en la web microcuento.es )



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