jueves, 6 de septiembre de 2018

INSEPARABLES



En el vagón del tren se acuna el silencio mecido por su vaivén. Los últimos rayos de sol atardecen tras la ventanilla. Han comenzado el día con un madrugón, al que ya no están acostumbrados, tras pasar una noche agotadora por la emoción del viaje. Se dirigen a revivir su luna de miel en su cincuenta aniversario. Imaginan que esos lugares habrán cambiado con los años, como su amor. Ahora es más tranquilo, menos apasionado, pero mucho más grande y tierno. 

A todos los pasajeros se les ve ensimismados en sus asientos, aislados en su burbuja de soledad, salvo a ellos. Permanecen adormecidos en su abrazo. Encajan a la perfección en su ternura. Ella recostada sobre su cuerpo. Él la rodea con sus brazos protectores entrelazando las manos. Sus cabezas reposan, la una sobre la otra, unidas por un mismo sueño. Suspiran a la vez, como si sus corazones latieran al compás tras toda una vida juntos. 

Ajenos a lo que ocurre a su alrededor, no reparan en aquella mochila negra que alguien ha ocultado bajo sus pies. En su interior el tiempo parpadea mientras, de manera inexorable, avanza la cuenta atrás.



(Relato escrito para la web estanochetecuento.com ENTC en Septiembre 2018)


Fotografía: Vivian Maier.

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