Una
extraña sensación de inquietud perturba mi descanso. Un escalofrío recorre mi
espalda en cuanto pongo un pie en el suelo. Inspecciono toda la casa con sigilo,
sin detectar nada raro. Hace tanto tiempo que vivo solo que me he acostumbrado
a mi silencio. Alguien hurga en la
cerradura de la puerta principal. Dudo si debo esconderme o hacerle frente. Siento
cómo su cálido aliento se adueña de todo.
Con
la sábana entre las piernas, regreso de nuevo a mi polvoriento desván.
(Relato escrito para el Reto 5 lineas del mes de octubre de 2019 del blog de Adella Brac
las palabras son: Descanso / Extraña / Suelo).
Ya ni siquiera los fantasmas pueden estar tranquilos, siempre tiene que ir alguien a invadirles el espacio y, si después, les asustan, encima se quejan.
ResponderEliminarSorprendente final, Pilar. Un abrazo
Sorprenderte a ti no es nada fácil. Todo un lujo para mí.
EliminarMuchas gracias, Ángel.
Besos muy apretados, amigo.