Despierto
desorientado. No sé cómo he llegado hasta aquí, ni por qué estoy desnudo. Otros
cuerpos me rodean. Me siento atrapado entre dunas y desiertos de piel
infinitos. Aunque en mi cabeza todo es confuso, intento recordar mi llegada a la
ciudad y mi posterior paseo para olvidarte. Nueva York nunca duerme. Fascinado por
sus luces de neón, edificios escoltando a la luna y locales abiertos toda la
noche, decidí ahogar mi dolor en un bar del Soho. Mientras tomaba una copa acodado en la barra, entablé conversación con un fotógrafo llamado Spencer.
Pero
desconozco qué hago en pelotas tumbado sobre el puente de Brooklyn.
Fotografía: “Shoulder Hill Valley”, de Carl Warner .
Muy bueno. Ese despertar es realmente inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo
Es mi pequeño homenaje al fotógrafo que ha desnudado al mundo, Spencer Tunick.
EliminarMuchísimas gracias, Albada!
Besos apretados.