Abandona
la cama sin encender la luz. Parece un poco aturdida. Posa sus cansados pies
sobre el gélido suelo mientras, a tientas, busca las zapatillas. Una vez logra
ponerse en pie, avanza despacio en la oscuridad con las manos por delante para orientarse.
Oye pasos que se acercan sigilosos y se le acelera el corazón, como cuando le
dio su primer beso. Llega hasta la puerta con la emoción en los labios. Y la
rodean con dulzura unos brazos que susurran: «Tranquila, estoy aquí, mamá».
Relato escrito para el Reto 5 líneas del mes de febrero de 2022 del blog de Adella Brac.
Las palabras son: Luz / Suelo / Beso.
A la dureza innegable del desgaste físico se antepone la ternura y la comprensión.
ResponderEliminarUn relato lleno de sensibilidad.
Un abrazo, Pilar
Muchísimas gracias, Ángel, por tan hermosas palabras.
EliminarBesos apretados!