domingo, 2 de julio de 2017

SEXTO SENTIDO


Amaneció un día radiante, como una alegoría de la felicidad. Respiré profundamente, intentando olvidar la visión que había tenido durante la noche. Martilleaba en mi cabeza, una y otra vez, provocándome desazón.

En ella aparecía mi hija, vestida como un guerrero africano, enfrentándose a un peligroso león.

Me levanté de un salto y fui a su habitación. Había salido a divertirse, como cualquier sábado, pero me dormí y no la escuché regresar. 

Al no encontrarla en su cama, dio un vuelco mi corazón. Un mensaje en mi móvil me intranquilizó: “Mamá, no me esperes a dormir”. Había ganado el león…

(Relato publicado la 4ª semana de junio en https://www.cincopalabras.com/ )



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