martes, 8 de mayo de 2018

HOGAR, DULCE HOGAR



El último recuerdo que guardo de mi padre es el golpe seco que escuché al cerrar la puerta. Por más que lloré y supliqué desde el descansillo, no me sirvió de nada. A partir de ese momento, hice de las calles mi hogar y de los sin techo mi familia. 

Ahora, mi vida ha cambiado mucho. He conseguido dormir tranquilo. Ha desaparecido mi miedo a las tormentas y disfruto como un loco cuando me paso las noches aullando bajo la luna.


(Relato escrito para el http://adellabrac.es/reto-5-lineas-mayo-2018/ del blog de Adella Brac
las palabras son: calles / padre / puerta)



2 comentarios:

  1. Boa tarde. Visitando, vendo, lendo e elogiando as suas publicações.

    * Ouvindo o silêncio dos Areais. *
    .
    Abraço Poético.

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    Respuestas
    1. Bienvenido a mi rincón de letras, Antonio.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un abrazo lleno de poesía.

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