Ese
hombre, que apareció flotando desnudo en el puerto pesquero de Comillas, nos cambió
la vida. Olía a mar, a profundidades y a lejanía. Por las adherencias que presentaba
su piel, dedujimos que era extranjero. Quisimos quedárnoslo cuando nadie lo
echó de menos ni lo reclamó. Contemplar aquel cuerpo tan bello y viril, nos acrecentó
la libido y nos volvió apasionados. Por eso nos dolió tanto tener que devolverlo
al agua.
Desde
entonces, cuando el rumor de las olas se acurruca bajo de la cama y la pasión
del viento nos hace estremecer, sabemos que el ahogado anda cerca.
Relato presentado al
1º Concurso de Microrrelatos "LA CUESTUCA",
organizado por la web estanochetecuento.com (ENTC)
1º Concurso de Microrrelatos "LA CUESTUCA",
organizado por la web estanochetecuento.com (ENTC)
Bufff siempre con ese temor de que vuelva a salir a flote.. Qué forma de narrar esa angustia... Genial
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Marí, por tus palabras!
EliminarBesos apretados.