Siempre
me costó compartir con los demás todo lo que llevaba dentro, pero llegaste tú,
con tanta música en los dedos que me desnudaste por completo. Sin la protección
de mi armadura, caí rendido ante tus notas, que tan dolcissimo llenaron
mis silencios. Me hablaste a sotto voce y fuimos uno a prima vista.
Nuestro tempo, que empezó como un adagio, fue crescendo
hasta volverse appassionato. Fuiste tan insistente que, como muestra de
mi obertura, acomodé mi clave de sol a tu pentagrama. Dejé que tus
melodías marcaran el ritmo de nuestra relación, a cambio de que me hicieras
vibrar cada noche con tu nocturne, como si fuera la prima volta.
Respirábamos
al unísono, con la misma métrica, pero, de repente, todo cambio. Nuestra partitura
fue adquiriendo un cariz melancólico. Perdiste tus ganas de abrazarme, de
acariciarme. Tu tono de voz sonaba pianissimo y ya no me dedicabas tu pizzicato.
Lo
nuestro finalizó tan presto como empezó. Te pareció insuficiente mi tessitura
y me abandonaste por un «Stradivarius».
Saludios! 🦋💦🙏💦🦋
ResponderEliminarMuy interesante Gracias por compartir !
💙🦋🌷💦🙏🎶🙏💦🌷🦋💙
Muchísimas gracias por tu visita, Lady Hagua!
EliminarBesos apretados.
Pero qué bonito y musical ese encuentro, que finaliza en un amor sereno.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay amores que son pura música.
EliminarMuchísimas gracias, Albada!
Besos apretados.
Hola Pilar, tienes un hermoso blog, te apetece que nos sigamos. Estamos creando una Red de apoyo entre blogueros. Gracias y un abrazo. Te dejo el nombre de mi blog, clicando mi foto también te saldrá.
ResponderEliminarhttps:escritoranuriadeespinosa.blogspot.com
❤️❤️❤️❤️❤️
Hola, Nuria. Muchas gracias por la visita y por tus hermosas palabras para mi blog.
EliminarEstaré encantada de seguirte. Ahora mismo paso a visitarte.
Besos apretados.