Soñar despiertos era nuestro juego favorito mientras la noche nos constelaba de estrellas la mirada. No nos importó que la travesía fuera peligrosa y el destino incierto. Luchamos contra el oleaje con todas nuestras fuerzas, cuerpo a cuerpo, aferrados a la misma quimera. Éramos tan inocentes que nos dejamos arrastrar por cantos de sirena. Cegados, nos alejamos de la realidad y nos adentramos en la tormenta.
Cuando logro escapar del rojo neón que esclaviza mi cuerpo, una y otra vez, recuerdo aquella playa donde nos dejábamos mecer por las olas y se nos incrustaban sueños de arena entre los dedos.
Relato escrito para la web estanochetecuento.com - ENTC
Convocatoria ENTCerrado 2... de sueños y pérdidas.
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