Hoy los
dejaré entrar en cuanto anochezca. Son huidizos y rara vez se dejan ver a plena
luz del día. Mientras tanto, se camuflan entre las fotos del viejo álbum
familiar o en el aroma de una prenda colgada en el armario. También los puedes
encontrar en los frascos de perfume olvidados en el baño, en las cartas que
amarillean ocultas en un cajón del dormitorio o en los discos de vinilo del
salón.
(Publicado en la web Microcuento.es)
Foto de
.
las nostalgias casi siempre son así de punzantes, mejor dejarlas dormir. Qué bien lo has descrito PIlar. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesicos muchos.
A veces, cuando afloran los recuerdos seguir viviendo resulta insoportable.
EliminarMil gracias, Nani.
Besos apretados.
Los recuerdos de un pasado añorado pueden ser dolorosos. Es muy cierto que por la noche campan a sus anchas.
ResponderEliminarMuy bien contado, Pilar. Un abrazo
Nos asaltan a traición y ya no hay escapatoria.
EliminarMuchas gracias, Ángel.
Besos muy apretado, amigo!