sábado, 11 de abril de 2020

MASADÁ


Avanza arrastrando los pies por el pasillo. Se marcha con exceso de equipaje, con todos los besos y abrazos prohibidos que no ha podido dar a los suyos antes de la despedida. Cierra la puerta al salir con sumo cuidado. Su familia todavía duerme. Aunque está asustada, encamina sus pasos hacia la batalla con la cabeza alta. Desconoce cuándo ni cómo volverá. Nota cómo su miedo navega entre lágrimas. Pero es una profesional valiente, educada en valores y principios. Jamás abandona su puesto, por muy peligroso que sea el enemigo. La decisión está tomada. Será duro, pero no tiene ninguna duda. La necesitan. Su deber es proteger a los más vulnerables.
Se toma la temperatura por enésima vez, antes de entrar en la fortaleza. Una vez dentro, nadie puede entrar ni salir de allí. Resistirá el asedio del invasor, cueste lo que cueste. Se enfunda su uniforme inmaculado, bajo un escudo de papel y bolsas de basura. Sin chaleco antibalas. Sin casco, ni visión nocturna. Sus escasas armas son: guantes y mascarilla.
No será lo mismo que antes de la pandemia, pero seguirá cuidando y repartiendo su cariño entre todos sus bebés grandes, aunque las caricias sean de látex y los besos enmascarados. Ellos lo agradecen igual, perciben su ternura. Defenderá su salud a vida o muerte. Luchará con su pequeño ejército de héroes anónimos de la residencia de ancianos, hasta que la guerra termine.




Relato presentado al Concurso de Historias sobre Nuestros Héroes






6 comentarios:

  1. Una heroína de nuestro tiempo. Teme lo que pueda pasarle, quizá no tanto por ella, como por los suyos. Sabe también que el camino es duro, que el día a día es una batalla en una guerra extraña, pero no menos cruel, pero sigue adelante.
    Buen relato, Pilar.
    Suerte

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    1. La labor de muchos profesionales es impagable. Nunca podremos agradecer todo lo que están dando por nosotros.
      Mil gracias, Ángel, por tus palabras de cariño.
      Besos muy apretados, amigo.

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  2. Precioso homenaje a todos aquellos que se desviven en estos momentos por erradicar cualquier vestigio de esta pesadilla llamada COVID-19. Preciosa de veras esa descripción de las caricias que ella brinda a sus bebés grandes.

    Un abrazo enorme para ti y los tuyos, Pilar. Cuidaos.

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    1. Sería imposible explicar sus acciones si no es desde la vocación, la generosidad y el amor por los demás.
      Mil gracias por tus preciosas palabras, Rebeca.
      Besos apretados.

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  3. Un excelente homenaje a los héroes silenciosos que muchos desconocemos, pero son ellos los que están luchando día a día dando de corazón su valiente labor sin capa alguna.

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    1. Anteponen la vida de los demás a la suya. Son héroes con superpoderes en el corazón.
      Muchísimas gracias, Jorge, por pasar y dejar tu hermoso comentario.
      Besos apretados.

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