Dijo
que me
dejaría acariciar a su perro si le acompañaba hasta su coche. Desde que
desperté aquí, echo de menos a mis papás, los columpios, el tobogán y el cajón
de arena del parque. Todo eso será lo primero que dibujaré. A la sombra pondré
un banco verde, como ese en el que se sienta mamá a descansar mientras juego con mis
amigos. Y no pueden faltar pájaros volando bajo el sol, ni un cielo muy
azul con algunas nubes de formas graciosas, ni un montón de niños divirtiéndose.
Pero
antes, sé que he de permanecer en silencio hasta que vuelva. No quiero que se
enfade conmigo otra vez. Si me porto bien, ha prometido que me regalará una
foto del parque. La traerá esta noche, junto con papel y lápices de
colores. La pegaré en la pared, al lado de mis dibujos. Será como tener
una ventana con vistas al exterior.
Más
tarde, cuando él se duerma y afloje su abrazo, el dolor cesará. Al mirar la
fotografía, desplegaré el álbum imaginario de mis recuerdos y se me inundarán
los ojos de estrellas.
A
través de la claraboya, es imposible escapar de la prisión de sus brazos.
Relato escrito para estanochetecuento.com - ENTC
Concurso 2020: ContARTE.
Un relato con menos de 200 palabras
inspirado en FOTOGRAFÍAS.
muy buen relato!saludos
ResponderEliminarMe alegro que sea de tu agrado.
EliminarMuchísimas gracias.
Besos apretados.