Clara
recorre emocionada cada rincón de su casa mientras busca una solución al
problema. Los recuerdos que atesora son su mayor riqueza. Si rebusca entre
ellos, siempre encuentra un motivo por el que levantarse cada día. No podría
sobrevivir fuera de su entorno urbano. Aunque vive sola, se siente muy arropada
por el calor de sus vecinos. La tratan con cariño y se preocupan mucho por ella.
Todo lo que necesita lo encuentra en su barrio. Pero ahora, después de tantos
años, está recibiendo presiones para que abandone su vivienda. Entiende que su
renta antigua es insignificante para su casero, comparada con lo que podría
obtener si fuera un piso turístico, pero para ella es su mundo.
En
lugar de amedrentarse, resurge de sus cenizas. Su amplia experiencia como
abogada, política y feminista, la hicieron resiliente. Desempolva la toga.
Posee el material suficiente para construir su defensa y obtener justicia.
Precioso Pilar,siempre leo lo que escribes,aunque no e atrevo a decir las palabras exactas..Felicidades..
ResponderEliminarMil gracias, por tus palabras. Me alegra mucho saber que te gusta lo que escribo. Puedes comentar con toda tranquilidad. Siempre estaré agradecida por conocer tu opinión.
EliminarBesos apretados.
Bravo por Clara. Es que hay quienes aprovechan que una inquilina sea mayor para intentar echarla.
ResponderEliminarUn abrazo.