Hay desiertos
que no son de arena,
que te engullen
a cada paso que das.
Desiertos gélidos
que no son de hielo,
que te aplastan
bajo su voz.
Desiertos afilados
que son puñal y herida.
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Hay desiertos
que no son de arena,
que te engullen
a cada paso que das.
Desiertos gélidos
que no son de hielo,
que te aplastan
bajo su voz.
Desiertos afilados
que son puñal y herida.
Sí es verdad. Al final el hielo o el fuego están dentro.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias, Albada.
EliminarBesos apretados.