martes, 8 de noviembre de 2016

ESTRELLAS FUGACES...

     Sigo observando mi trocito de cielo desde mi cama, aunque la ciudad ha crecido tanto y tan alto, que ahora lo veo reflejado en los cristales de mis vecinos de enfrente.

      Recuerdo aquellas noches de verano, tumbados sobre la hierba, contando estrellas fugaces, pidiendo deseos por cumplir. Teníamos toda la vida por delante y la mirada llena de sueños. Nada parecía imposible, bastaba con desearlo con fuerza.

    Ahora que la vida me ha vestido de realidad, sigo mirando al cielo esperando cumplir mi mayor deseo cada noche, seguir la estela de esa estrella que me libere de esta cárcel del cuerpo al despertar.


(relato enviado a Relatos en Cadena - SER 1ª semana Noviembre)

2 comentarios:

  1. Pilar escribes sobre la desesperación de alguien que lleva postrado por enfermedad en una cama mucho tiempo y lo que quiere es ya abandonar este mundo, pero lo haces de una forma poética y bella, llevando dulcemente de la mano al lector hacia ese final desesperado.
    Me ha gustado mucho.
    Besos muchos.

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    1. Javier, eso es. A veces el cuerpo se convierte en una carcel de la que no puedes escapar.
      Muchas gracias por comentar.
      Besos apretados.

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