jueves, 26 de enero de 2017

TERROR


Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, las piernas le temblaban, el corazón le atenazaba la garganta, brotaron sus lágrimas cuando se le mojó la entrepierna, deslizándose luego hasta sus pies, al ver con su sotana al que, cuando era niño, le obligaba a yacer con él.

(Relato presentado con el nº 138 al Reto "Comienzos 100 años de soledad" de Microcuento.es http://microcuento.es/comienzos-enero/ )





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