El tiempo callado, la mirada ausente, respirando el mismo frío y sin atrevernos a despertar. Intentando silenciar a las mariposas que se agitan en nuestro estómago, buscando un resquicio por donde poder escapar y volver a volar.
Se nos olvidó compartir camino, ilusiones, caricias y corazón. Vivimos en paralelo, con la vista en el horizonte, sin conexión.
Un cruce de sentimientos sin rencor y el roce de unas almas que se entrelazan desesperadas, evitan el naufragio. Navegamos en calma, buscando un futuro juntos, abrigados por el recuerdo de un amor infinito, aferrados a lo único que nos queda, nuestras manos.
Foto: Geof Kern.
Muchas parejas al correr de los años viven así
ResponderEliminarKarina, es cierto. Hay parejas que viven vidas paralelas y no saber como reencontrarse.
EliminarMil gracias por comentarme.
Besos apretados.