Huye sin mirar atrás con su melena al viento empapada de noche y su vestido de primavera. Ya no aguanta más. Con el cuerpo molido por los golpes, la piel ajada de sed y el alma cubierta de cicatrices, escapa para salvar la vida. Lleva la mirada enrojecida por el dolor y las manos heridas de tanto defenderse. Se siente tan mancillada que se ha visto obligada a arrancar sus raíces y emprender la huida.
Se siente tan indefensa ante el maltrato del hombre… y ella solo es la Naturaleza.
Ilustración de Ina Hristova
No hay comentarios:
Publicar un comentario