Avanza desorientada y con cautela por aquel camino de tierra que desconoce. Le ha parecido escuchar un crujido a su derecha y aunque abre mucho los ojos, no le sirve de nada. La ausencia de luna ha convertido la oscuridad en un muro infranqueable. No puede distinguir nada, ni su sombra. Intenta recordar cómo ha llegado hasta allí. De repente, un flashback irrumpe en su realidad, como una interferencia de su memoria que le evoca ese momento con su grupo de amigos, unos chupitos y un juego: beso, verdad o atrevimiento.
Tras varias rondas de mala suerte, debió de aflorar su etílica valentía.
Relato publicado la I semana de Mayo en la web solidaria
Las palabras obligadas, regalo de Dani Rovira @DANIROVIRA
y por este orden son:
Camino - Sombra - Irrumpe - Interferencia - Beso.
El alcohol, que embota los sentidos y desinhibe, puede llevar al atrevimiento, de ahí al remordimiento, quien sabe si al escarmiento. Los cinco sentidos, para bien o para al, siempre son necesarios.
ResponderEliminarBuen relato, Pilar.
Un abrazo
El alcohol anula la voluntad si se bebe en exceso. Por desgracia, ocurre demasiado a menudo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita, Ángel.
Besos muy apretados, amigo.