Son
malos tiempos para la fantasía. Mi mundo cada vez es más pequeño. Entre
fronteras, limitaciones horarias y distancias de seguridad, apenas puedo imaginar
lo que hay más allá de esas mascarillas que amordazan sonrisas.
Desde
que los vuelos de Peter Pan han sido cancelados, nadie puede visitar la isla de Nunca
Jamás. Y viajar de manera virtual no tiene gracia. A Alicia tampoco la dejan entrar
en el país de las maravillas por cuestiones de aforo. Y todos los príncipes y
princesas han sido confinados en sus castillos hasta que regresen los besos y
los abrazos.
Pero
este verano nadie me impedirá soñar, aunque navegue en un mar prisionero sobre
un unicornio de viento.
Foto: Elena. “Fauna piscinera. La nueva normalidad”.
Que no falten la imaginación y las buenas letras, ahora más que nunca. Un abrazo, Pilar
ResponderEliminarEs la mejor forma de viajar, donde no existen límites ni fronteras.
EliminarMil gracias por tus palabras, Ángel.
Besos muy apretados, amigo!
Aunque se nos más difícil, pero que no nos quiten los sueños.
ResponderEliminarUn saludo
Jose, tienes razón. Que nunca nos roben los sueños. Muchísimas gracias por tu visita y por tu comentario.
EliminarBesos apretados,
Cierto, pero este cuento no ha acabado.
ResponderEliminarUn beso, Pilar
Tienes razón. Este cuento continuará...
EliminarMuchísimas gracias, Margarita, por tu visita y tu comentario.
Besos apretados.
Con las fabulas confinadas, ¿tenemos nosotros más espacio para navegar, o simplemente tenemos menos compas con los que jugar?
ResponderEliminarDa igual, con imaginación, compañeros de juego nunca faltan.
Un disfrute
Saludos
Eso es, Gabiliante. En la imaginación, el límite lo ponemos nosotros.
EliminarEncantada de recibir tu visita. Muchísimas gracias por tu comentario.
Besos apretados.