Nos
pusieron de patitas en la calle al cumplir la mayoría de edad. Desde ese
momento, desapareció la tutela de las instituciones y nos convertimos en unos
sin techo más.
Sobrevivimos
como pudimos. Resultábamos presas fáciles en aquella jungla de asfalto. Vagábamos
perdidos, desnudos de valores y hambrientos de oportunidades, intentando buscar
algo a lo que aferrarnos. Algunos fueron afortunados al encontrar una mano amiga,
otros cayeron en las redes de las mafias: ellas esclavas entre luces de neón,
ellos atrapados por el polvo blanco.
Al
fin, vuelvo a dormir tranquilo. Tras los barrotes de mi celda me siento seguro.
Publicación de mi relato SOLOS ANTE EL PELIGRO,
en el nº 5 de la Revista Valencia Escribe. Segunda era,
correspondiente al mes de junio de 2020.
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