martes, 8 de febrero de 2022

INSTINTO

 

Pasaba todas las noches esquivando disparos perdidos de un maligno francotirador invisible. Al amanecer, extinguía las llamas en silencio. Durante el día, permanecía oculto en la cueva de La Victoria, aun así, no dormía tranquilo. Empezaba a estar desesperado. Lo había intentado todo, incluso la meditación, sin resultados positivos. Vivía con el ánimo recomido. Sin memoria ni pasado. Era demasiado pequeño cuando lo abandonaron a las puertas del parque de bomberos de Rincón de la Victoria. Desconocía si su origen era lauto o pobre. Siempre se había preguntado por qué sus padres se deshicieron de él. Mientras existiese un rayo de luz, lograba reprimirse. Sin embargo, en cuanto oscurecía, perdía la batalla contra el sueño.

Aunque solía tomar algunas precauciones antes de dormir, como beber mucha agua, luego, sin querer, perdía el control. Al más mínimo ronquido, afloraba su instinto de dragón y todo volvía a arder.



Relato elegido Finalista del mes de enero en la VII Edición del Concurso Internacional de Microrrelatos de Círculo Cultural Bezmiliana .


Frase: “esquivando disparos perdidos de un maligno francotirador invisible” 

Palabras: lauto, recomido, silencio.



Foto de Tom Gainor en Unsplash



6 comentarios:

  1. Un final inesperado con un personaje lleno de conflictos y ardiente.
    Un abrazo, Pilar

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  2. Los inconvenientes e incomprensibles reacciones de una mente enferma a la que
    da salida su malestar con una conducta inadecuada y violenta sintiéndose abandonado e incomprendido ante la percepción de un instinto del que querría dejar....


    Brava Pilar����

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    Respuestas
    1. Pobre dragón...
      Mil gracias, Mari, por pasar y dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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