jueves, 2 de febrero de 2017

ANÓNIMOS


Quería que su hijo tuviese una niñez feliz. Pensó que podía encontrar una vida digna, la luz que necesitaba, al otro lado del mar. Anduvieron el peligroso camino hasta llegar a aquella playa donde podrían embarcar.

Compraron un lugar en aquella desvencijada barca, donde se hacinaban como ganado vidas hambrientas necesitadas de una oportunidad.

Imposible superar la terrible tormenta que les sorprendió en alta mar, dejando destrozados sus sueños en mil pedazos flotando a la deriva. No se escuchaban gritos, solo el silencio.

Al amanecer, yacen con la mirada inerte sobre la arena. Vidas anónimas truncadas que arroja el mar .

(relato publicado la 5ª semana de enero en https://www.cincopalabras.com/ )






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