Parecía un día cualquiera, una mañana soleada sin importancia, pero a veces la vida nos sorprende y lo hace especial.
Decidí ir a trabajar dando un paseo, tenía tiempo y, la luz radiante invitaba a ello. Dejé mi mente libre de problemas, intentando disfrutar del ambiente matutino, donde todo el mundo anda con prisas, sin darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor.
La vi venir desde lejos y llamó mi atención. Pasó por mi lado, distraída, mirando al frente, nos cruzamos sin que se diese cuenta de mi presencia. La miré, y por un segundo nuestras sombras se amaron reflejadas sobre la blanca pared.
Un solo instante, un beso entre sombras y la luz de la mañana, hicieron que fuese mágica e inolvidable.
(Relato publicado en la Revista Digital “El Narratorio” https://elnarratorio.blogspot.com.es/p/blog-page_44.html en Marzo/2017)
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