Cuando soy mar,
el viento suspira dócil
entre mi oleaje.
Atardecen mis manos
ebrias de sol y se diluyen
en la noche de mi silencio.
Y una estela de luna
se bambolea calma
en mis sábanas de sal.
Foto de Philipp Cordts en Unsplash
Cuando soy mar,
el viento suspira dócil
entre mi oleaje.
Atardecen mis manos
ebrias de sol y se diluyen
en la noche de mi silencio.
Y una estela de luna
se bambolea calma
en mis sábanas de sal.
mucho gusto en conocerte Un saludo desde Miami
ResponderEliminarBienvenida a mi rincón de letras.
EliminarBesos apretados.
Uf, qué buenos versos, qué alegoría del vivir.
ResponderEliminarUn abrazo, y por una luna enorme en tu ventana, o en tu corazón
Mil gracias, Albada. Te mando un abrazo enorme lleno de poesía.
EliminarBesos apretados.
Hola pilar,
ResponderEliminarAcá conociendo su espacio poético en la Web, que me gustó mucho.
Un abrazo y cuídate.
Bienvenido a mi rincón de letras. Pasa y quédate cuanto quieras...
EliminarMil gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo.