Vuelvo al amanecer
que inunda mis ojos
de líquida luz.
No hay abismos
donde el eco suspira
ni lágrimas de lluvia
donde naufragar.
La piel ausente
se lanza al vacío
de unos labios
desnudos de ti.
Sonrisas de emoción
aletean
entre latidos de viento.
Qué ternura, qué emoción de reencuentro.Un abrazo
Qué ternura, qué emoción de reencuentro.
ResponderEliminarUn abrazo