Amaneció el día cargado de nostalgia. Cerró los ojos y recordó la belleza de los jardines en los que pasó su infancia. La grandeza de aquellos majestuosos árboles que le susurraban cuando soplaba la brisa. Siempre le proporcionaron cobijo y protección bajo sus ramas.
Añoraba la vieja pagoda, rodeada de bellísimos nenúfares que cubrían con su manto multicolor la superficie del estanque. ¡Cómo resonaba en sus oídos su risa contagiosa mientras jugaban y ella lo perseguía intentando alcanzarle! Ha pasado mucho tiempo, pero le sigue doliendo su ausencia.
Tras el cristal, se deslizan sus lágrimas por su piel mientras croa de melancolía.
Palabras regaladas por la Tripulación de Iberia:
Ana Argüelles, Carlos Herrero y Eugenio Sanchez..
Relato publicado la 4ª semana de Octubre en
https://www.cincopalabras.com/ )
La melancolía traspasa las letras...
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, todo el texto se ha empapado de ella.
EliminarMuchas gracias.
Besos apretados.
Yo siento que es una prosa poética y las últimas líneas dan para un hokku . Te felicito sinceramente . Un abrazo .
ResponderEliminarEdith, muchas gracias por tus hermosas palabras. La prosa poética fluye hasta escribir esta historia. Tal vez, me recordó a la poesía japonesa que tanto amo.
EliminarBesos apretados, amiga.