lunes, 2 de abril de 2018

PEQUEÑO ASTRONAUTA



Siempre deseó volar hasta el infinito, mancharse con polvo de estrellas y acariciar la luna con los pies. 

Le llevó varios años conseguir el equipamiento completo de astronauta: el traje espacial con las botas, los guantes y el casco, para poder respirar y comunicarse. Emocionado, se vistió con todos los elementos, se sentó en la cama y cerró los ojos. De inmediato, sintió como la falta de gravedad elevaba su cuerpo. Comprobó que podía dar volteretas en el aire y saltar muy alto sin hacerse daño. Pero lo mejor, fue cuando descubrió que podía desplazarse por el universo a la velocidad de la luz. 

Las estrellas titilaban a su alrededor y tuvo que tener cuidado con alguna fugaz que le pasó rozando con su estela. Le fue imposible dejar de mirar la belleza de la luna, atraído por su magnetismo. Pensó que algún día descubriría lo que se escondía en su cara oculta. 

Nunca imaginó lo mágico que podía ser ver amanecer desde el espacio y se sentó para disfrutar del espectáculo. Se sintió tan cansado por el viaje que se quedó dormido. 

A lo lejos, le pareció escuchar que alguien decía su nombre. Después, notó unas leves sacudidas que le provocaron tal sobresalto que despertó de su sueño. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue la cara de su madre que, con su deslumbrante sonrisa, le decía: 

—¡David, cariño, despierta, “Mi Pequeño astronauta”! ¡es la hora de levantarse o llegarás tarde al colegio! 

¡Vaya, todo ha sido un sueño! —pensó apesadumbrado. 

Pero, en lugar de decepcionarse, se levantó muy feliz. Había descubierto que no necesitaba cohetes supersónicos, ni naves espaciales ultramodernas para llegar tan lejos. Seguiría viajando por el universo con la mejor y más rápida nave que existía, su imaginación. 


Relato presentado al concurso #Cienciaficción
de zendalibros.com 



4 comentarios:

  1. Es muy bonito y tierno Pilar. Qué tengas mucha suerte.
    Besicos muchos.

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    1. Es muy difícil ganar, pero al menos sé que te ha gustado.
      Muchas gracias, La casa encendida.
      Besos apretados.

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  2. Muy buena historia Pilar Alejos Martinez, muy buena historia. Saludos desde Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina (=

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    1. Bienvenido a mi rincón de letras.
      Muchas gracias por tus palabras para mi relato.
      Besos apretados desde Valencia, desde mi Mediterráneo.

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