Roto el influjo de tu piel,
huyo con pasos de hielo
hacia un horizonte de luz.
Atrás, las caricias huecas,
los abrazos vacíos,
tantos silencios por quebrar.
Y borro mis huellas
con palabras de sal.
Esos adioses, así desnudos, de hecho son alas de libertad.Un abrazo
A veces, no hay otra forma de volar.Muchísimas gracias Albada.Besos apretados.
Esos adioses, así desnudos, de hecho son alas de libertad.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces, no hay otra forma de volar.
EliminarMuchísimas gracias Albada.
Besos apretados.