jueves, 7 de enero de 2021

TRISTE NAVIDAD

 

Se sentía eufórica. Por fin había finalizado esta Navidad tan diferente. Nunca imaginó pasarla sola, pero las restricciones impuestas por la pandemia y su conciencia la obligaron a tomar esa decisión. Tras los excesos alimenticios llevados a cabo para soportar la ausencia de su familia y la soledad, cometió el error de subirse a la báscula del baño antes de ducharse. Bajó de un salto, desencajada, como si hubiese visto al mismísimo Diablo y jurando en arameo. Cuando recobró el aliento, pensó que aquello podría ser una señal que la vida le mandaba y que no debía ignorar. Tal y como estaban las cosas, tenía que evitar añadir nuevos problemas de salud a los ya existentes. Había oído en algún sitio que la obesidad agravaba los efectos de la COVID-19. Decidió que adelgazar sería su único propósito de Año Nuevo.

Vació de dulces y de comida poco saludable la despensa, la nevera y los armarios. Ocuparon su lugar frutas, verduras, pescado, carne y alimentos no procesados. Aquel día, completó por primera vez una tabla de ejercicios físicos. Tomó una cena muy sana y, luego, se fue a dormir. Una vez en la cama, empezaron los remordimientos. Tanta gente en las colas del hambre y ella había tirado comida. Pensaba que aquello era algo imperdonable. No podía conciliar el sueño.

De madrugada, la policía la encontró en la calle, rebuscando en el contenedor de la basura, en bata y pijama, sin mascarilla ni documentación. Jamás se había sentido tan avergonzada como en aquel momento. Bajo sus pies descalzos, los restos del atracón.



Relato presentado al Concurso #unaNavidaddiferente de zendalibros.com






10 comentarios:

  1. Me encantó. me hizo reir mucho y reflexionar... Le deseo muchos éxitos y saludos desde Costa Rica

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    1. Cómo me alegro de que le haya gustado. Muchísimas gracias por sus palabras.
      Besos.

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  2. La conciencia y los remordimientos pueden ejercer un poder muy fuerte, hasta el punto de olvidar todo lo demás, tanto, que por querer hacer las cosas bien sucede todo lo contrario. Tal vez una multa le haga no tirar la comida la próxima vez y aprender eso de: "A lo hecho, pecho".
    Buena historia, Pilar, con un toque divertido y otro para meditar.
    Suerte

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    1. Qué bien que te ha gustado, amigo!
      Mil gracias por tus palabras, Ángel.
      Besos apretados.

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  3. Me ha gustado mucho tu cuento Pilar. Tiene un toque cotidiano, salvo el último párrafo, y un interesante sentido del humor.
    Mucha suerte en el concurso de Zenda, yo también participo con mi cuento:
    https://www.humoryalgomas.com/2020/12/zenda-cuento-de-navidad-2020.html

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    1. Qué alegría me da leer tu comentario. Palabras como las tuyas me animan a seguir contando historias, que aunque parecen pequeñas suelen contener grandes sentimientos.
      Muchísimas gracias, elpedrete!
      Te deseo mucha suerte en el concurso.
      Besos apretados.

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  4. Me lo he imaginado, y está sensacional. Ese final avergonzada...qué bueno.

    Un abrazo

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    1. Hay deseos irrefrenables...
      Muchísimas gracias, Albada.
      Besos apretados.

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  5. Qué bien nos llevas de la mano para dejarnos tan desamparados con ese final como tu personaje. Mucha suerte, Pilar. Me ha encantado.

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    1. A veces, no podemos acallar nuestra conciencia y nos dejamos vencer...
      Que te haya gustado, ya es un regalo para mí.
      Agradezco mucho tus palabras, Margarita.
      Besos apretados.

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