lunes, 10 de octubre de 2016

LOS DOMINGOS AL SOL


     Poco antes de que los domingos fueran amargos, la vida me sonreía, me bastaba con sentir el roce de tus manos.

     Teníamos tantos planes juntos, tantas cosas por las que luchar… aquellas tardes de fin de semana, frente a frente, mirándonos a los ojos, con el brillo del amor en la mirada y latiendo con fuerza el corazón. 

     Bastó que alguien te prometiera la luna para que cambiaras de dirección tu futuro, de repente el pasado era yo.

     Ahora los domingos, envuelvo mis manos en tu ropa hasta que el tiempo borre tu aroma y aireo mis lágrimas al sol.


(relato enviado a Relatos en Cadena - SER 1ª semana Octubre)

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