Amanecer entre las olas
acompasando tus latidos
a su vaivén.
Líquida caricia que desata
nudos del alma a la deriva
bajo tu desnudez.
Suspiros de sal que espuman
las oquedades de tu pecho
de arena.
Ese mar, como metáfora eterna, qué bien llevado aquíUn abrazo
Muchas gracias, Albada!Besos apretados.
Ese mar, como metáfora eterna, qué bien llevado aquí
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Albada!
EliminarBesos apretados.