sábado, 24 de marzo de 2018

EL GRAN SALTO



Siempre me dijeron: estudia y llegarás tan lejos como quieras. Te esfuerzas como nadie, terminas la carrera de Derecho y esperas que alguien te dé una oportunidad. Tras mucho esfuerzo consigues trabajar como abogada, lo das todo por el bufete hasta que descubres que no sirve de nada. Mientras tus compañeros se convierten en socios sin merecerlo, tus éxitos son ignorados. Sobre tu cabeza existe un techo de cristal. 

Cuando expresé que me sentía discriminada, que no recibía el mismo trato que mis compañeros de sexo masculino, fui despedida por mal comportamiento. Me fue imposible demostrar que el verdadero motivo del despido era: ser discriminada por ser mujer y luchar por mis derechos. Nadie del bufete se atrevió a testificar a mi favor. 

No gané aquella batalla, pero me impulsó a dar un gran salto al vacío y sin red. Ahora, ejerzo por mi cuenta, especializada en igualdad y en casos de discriminación por razón de género.


Fotografía: Elmar Geissler

4 comentarios:

  1. Muy bueno, Pilar! A veces los retos nos obligan a tomar impulso. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Manoli, a veces necesitamos sentirlo en nuestra piel para que tomemos parte en la solución del problema.
      Muchas gracias, Manoli.
      Besos apretados.

      Eliminar
  2. Son caminos que nos van llevando a nuestro lugar. Seguro que la protagonista está en su sitio de lucha en bien de lo que siente.

    Saludos desde el sur

    Prudencio Hernández Jr.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prudencio, es verdad, gracias a esto ha encontrado su sitio.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Feliz Semana Santa.
      Besos.

      Eliminar